2021.03.19
Cosplayer principiante: Primera vez en un evento (Parte 2 – La última mitad)
Checa la Parte 1 aquí
Por primera vez decidí participar en un evento de cosplay. El primer tema en mi lista era hablar acerca de la estrategia a usar con mi amiga que ya tenía experiencia asistiendo a este tipo de eventos. Aparte de los muchos lugares alrededor para tomar fotografías como: el salón del evento, la plaza exterior y las calles aledañas, parecía que también muchas salas recreativas (arcades) y restaurantes abrieron sus puertas para los cosplayers en el área. Espera… ¿no es eso super increíble para los cosplayers? De cualquier manera, decidimos echar un vistazo alrededor del salón del evento y después salir a comer algo.
Mirando a mis alrededores pude ver muchos personajes de “magical girl” que recuerdo de la infancia platicando entre personajes de series de anime modernas, que han salido en los últimos años, también personajes de juegos para smartphone, todos en grupos de 2 a ¡30 personas! Es innecesario decir que no podía dejar de observar todo a mi alrededor, era obvio, pues nunca había visto cosplay en vivo. Mientras mi amiga llena de ansiedad me tomaba la mano para arrastrarme hacia el final del salón, una sombra cayó sobre mi…
“Disculpa, ¿puedo tomarte una fotografía?”, me preguntó tímidamente un chico que estaba sosteniendo una cámara. Me pongo muy ansiosa en situaciones sociales, sobre todo cuando acabo de conocer a la persona y desde luego que después de esto me quedé congelada. Espera… ¿estaba bien tomar fotografías? Todo lo que pude hacer fue asentir con la cabeza. Digo… ¡Nunca pensé que alguien querría tomarme una fotografía…! Así pues, decidimos tomar las fotografías frente a uno de los muchos paneles para fotografías apostados alrededor del salón.
Me sentía intimidada al tener un lente tan grande apuntando hacia mi, me preocupaba que mis poses lucieran rígidas al estar tan nerviosa. ¡Pero no tenía nada de qué preocuparme! Escuchaba “¡Te ves genial!”, “¡Me encanta!”, en conjunto al obturador de la cámara y la sonrisa de mi amiga posando junto a mi, en ese momento todo ese nerviosismo se transformó en alegría, y fue cuando sentí como me transformaba en el personaje. ¡Si! Soy la “idol 2D” en la que siempre deseé convertirme, sentía como me convertía en esa obra que amaba tanto. Era igual a todas esas veces que hice cosplay sola en mi casa, al darme cuenta de eso las comisuras de mis labios comenzaron a levantarse. ¡Ah! ¡¡El Cosplay ES TAN DIVERTIDO!!
Nos despedimos del fotógrafo y nos dirigimos afuera. Tal vez por que el clima era tan perfecto, pero la plaza parecía el cruce peatonal de Shibuya*. Había decenas de cosplayers deslumbrantes con armas más altas que ellos por lo que afuera pueden tener más libertad de movimiento.
*Nota del traductor: el cruce de Shibuya es uno de los puntos de Tokyo más populares cuando visitas la ciudad.
Justo antes de sentirme abrumada, escuché mi celular lanzando una notificación de Twitter, revisé y era el mensaje de otro cosplayer diciendo que quería ver si nos encontrábamos. Aparentemente se encontraba en la plaza con otr@s cosplayers, pero el lugar estaba tan lleno de gente y el cosplay que mi amiga estaba usando era tan popular que podía ver a mucha gente usando el mismo disfraz, era como jugar “¿Dónde está Wally?” en la vida real. Cuando estaba a punto de perder las esperanzas pensé “¡No, no te rindas! ¡Ésta es tu oportunidad de conocer a la persona del otro lado de la pantalla!”. ¡ Y con ese pensamiento me sentí recargada! Eché un vistazo a la selfie que me había enviado, puse atención en sus características faciales y en la cinta reflejante del tirante de su mochila como pistas para encontrarl@s. Finalmente con la ayuda de mis otros amigos y después de caminar por el lugar cerca de 10 minutos nos pudimos encontrar.
Mi conocido de Twitter me habló de una manera super amigable, lo que rompió el hielo inmediatamente llevándose consigo mi ansiedad social. Al mirar alrededor podía ver cosplayers por todos lados, sonriendo y tomándose selfies, al igual que nosotros. Había una atmósfera cálida que reflejaba el sentimiento de “¡Estoy tan feliz de verte!” y “¡Es tan genial podernos conocer finalmente!”. Era como una reunión de exalumnos otakus, lo que me permitió dejar atrás el nerviosismo y comencé a sentirme como en casa.
A partir de ese momento mis amigos me llevaron a hacer un montón de actividades, salimos a la ciudad y nos formamos en una tienda de taiyaki* que es una actividad que todo asistente a un evento de cosplay hace. Después de eso nos tomamos una purikura** y jugamos en las maquinitas para atrapar premios. La tienda de cosplay a la que voy frecuentemente se sentía tan diferente al estar yo usando cosplay en ella.
*Especie de panqueque en forma de pez relleno de frijoles dulces
** Así le llaman en Japón a las cabinas de fotografías miniatura que puedes decorar
Antes de darme cuenta ya estaba oscureciendo, mientras caminábamos por la calle nos dimos cuenta que ya iba a ser hora de ir al vestidor cuando de pronto escuchamos una voz exclamando “¡Mira mamá! ¡¡Son A-chan y B-chan!!”. Al darnos la vuelta, vimos a una niña pequeña mirándonos con los ojos llenos de ilusión. Nuestros cosplay eran de personajes de programas que se conocen como “anime para niñas pequeñas”, no fue una sorpresa haber sido reconocidas, pero el que alguien te llame por el nombre del personaje te hace sentir sorprendido, tímido y feliz al mismo tiempo… Es un sentimiento extraño pero ¡para nada malo! La mamá de la pequeña nos preguntó si podríamos tomarnos una foto con ella como souvenir, así que nos pusimos lado a lado de la pequeña y posamos para la fotografía. Aún cuando sólo estás “disfrazado” mucha gente se emociona al verte, ¡el cosplay es increíble!
Después de eso logramos llegar a tiempo y sin más acontecimientos al vestidor. Mientras me quitaba la peluca sentí como el cansancio se apoderaba de mi. “Tienes que estar en muy buena forma para hacer cosplay en el exterior” decía mi amiga entre risas con restos de pegamento todavía en su cara. Después de ponernos nuestras ropas normales, nos dirigimos a un restaurante familiar para cenar y platicar de todo lo que había pasado en el día.
Aunque ya me había puesto mis ropas normales y la transformación ya había pasado, la emoción de todo permanecía constante en mi corazón. Estos eventos son lugares en los que puedes expresar tu amor por el hobby con personas q tu alrededor y ser tu mism@ y enamorarte una y otra vez del cosplay. Siento que como cosplayer principiante es exactamente lo que hice ese día.
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Writer
Shiro Sato
Se especializa en el área de la nutriología, actualmente estrenándose en la escritura sobre el mundo del cosplay. Sus áreas de especialización son la cultura otaku , gastronomía y nutrición.
Translator
Norma Pezadilla